La familia junto con la escuela es un agente socializador imprescindible en el desarrollo del niño. Los padres conforman el pilar de la socialización primaria y la escuela por su parte contiene numerosos códigos subjetivos que preparan al individuo para convivir en sociedad. El debate sobre la implicación parental en los centros educativos ha cobrado importancia en los últimos años.
Como siempre se relaciona esta participación con el origen socioeconómico de los progenitores, pues la disposición de recursos o la posibilidad de acceder a un centro prestigioso puede ser el incentivo de desigualdades. Otra relación establecida es el nivel de estudios de los padres dicho nivel recibe el nombre de capital cultural, podemos distinguir dos tipos de padres: padres que disponen de un capital cultural alto, suelen legitimar sus prácticas educativas ; y emplean estrategias pedagógicas para ayudar a sus hijos, sin embargo la otra cara de la moneda la ocupan los padres de bajo capital cultural que pierden la comunicación con los docentes provocando un distanciamiento y aumentando la falta de comunicación, además emplean estrategias de premio o castigo que resultan poco eficaces a largo plazo.
Si analizamos la relación que puede existir entre familia y escuela, encontramos:La implicación en casa donde cobra mayor importancia el nivel de estudios de los padres, que supone el seguimiento de lo realizado en el colegio o la supervisión del niño, además de las tutorías.
La implicación parental en el colegio, referida a la acción participativa de las familias en los centros escolares, como por ejemplo organizando o colaborando en un taller o implicándose; en alguna gobernanza escolar;La comunicación familia-colegio, comprende el conjunto de interacciones entre profesores y progenitores para conectar lo que ocurre en el colegio y en casa, con el desarrollo positivo y el aprendizaje del niño como objetivo principal y compartido.
Incluye las visitas domiciliarias a las familias antes de empezar el curso; las sesiones de orientación a principio y final de curso; las conversaciones informales entre profesores y progenitores; las reuniones formales tanto rutinarias como de carácter extraordinario para resolver retos o problemas concretos, así como las comunicaciones en papel, por teléfono o correo electrónico para ofrecer información curricular, sobre actividades escolares concretas o sobre el progreso del niño.
El método de enseñanza Decroly es un enfoque pedagógico que fue desarrollado por el médico y pedagogo belga Ovide Decroly a principios del siglo XX. Este método se enfoca en el aprendizaje a través de la experiencia práctica y la observación, y se basa en la idea de que la educación debe ser relevante para la vida diaria de los niños y basarse en sus intereses y necesidades. Este método se enfoca en el desarrollo de habilidades prácticas y sociales, como la capacidad de comunicarse, trabajar en equipo y resolver problemas de manera creativa. Los educadores en este enfoque también están capacitados para trabajar con niños que presentan dificultades de aprendizaje, utilizando estrategias personalizadas para ayudarles a desarrollar sus habilidades. En resumen, Decroly se enfoca en proporcionar un ambiente de aprendizaje relevante y significativo para los niños, basado en sus intereses y necesidades individuales, y en ayudarles a desarrollar habilidades prácticas y sociales importantes que
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